Son pocos los pasos
que pueden darse
sobre una báscula.
Uno para adelante.
Uno para atrás.
Repita hasta el último día de su vida.
Repita aun cuándo necesite ayuda de su nieta
para levantarse.
Repita hasta enseñarle a su nieta
a levantarse para maquillarse, a
maquillarse para subirse a la báscula.
Si no fueran pocos los pasos
que pueden darse sobre la báscula,
ya habrían vuelto a venus
las mujeres. Camino hacia el sol.
Porque ¿Quién necesita alas de cera,
cuándo se puede andar en báscula?
Así no es caer lo que duele,
sino subir.
Un paso para arriba.
Un paso para abajo.
Repita. Ahora en Kilos.
Uno para abajo
dos para atrás.
Atrás, al día en que subiste
por primera vez a la báscula.
Estabas más cerca de tu meta que ahora.
Nadie aplaudió.
Más bien te hicieron dar un paso
más atrás, para bajar del pedestal
y te quitaron tu trofeo.
En aquel entonces trofeo quería decir paleta.
En aquel entonces paleta quería decir cariño.
En aquel entonces quiere decir ahora.
Así que das un paso para arriba,
hasta encontrarlo otra vez.
No lo encuentras
un kilo para atrás.
Repita hasta perder la esperanza
o quitarte un kilo. Aunque
sea un kilo del cuerpo de tu nieta.
Porque tú ya no pudiste llegar al sol,
ni recuperar tu trofeo.
27/01/2020
#JulioUriega #Nutreamor
0 Comment