Te vi follar y fallar y no sé cuándo me gustaste más.

Te vi follar y fallar y no sé cuándo me gustaste más: si cuando te contemplé proclamándote diosa o cuándo te observé confesándote humana. #ElviraSastre

Empoderamiento, amor propio, coaching, etc… etc… etc…

Todas estas palabras que tienen mucho de verdad en sí mismas, nos las venden a menudo con sólo una cara de la moneda: ¡La fuerza! ¡El éxito! ¡La alegría!

Pero…

¿Qué pasa cuando nos olvidamos del otro lado? La vulnerabilidad, el fracaso, la tristeza…

¡Esa parte de la vida humana también tiene una función!

La vulnerabilidad nos permite conectar con otras personas. Hollywood lo sabe y por eso los superhéroes son cada vez menos super y más humanos.

También nos permite mostrarle a aquellos que nos aman las áreas dónde necesitamos atención. Si, por ejemplo, tenemos diabetes. La vulnerabilidad nos permite reconocerlo. Y entonces el amor de los que nos rodean puede contribuir a nuestro cuidado.

La tristeza… ¡Vean intensamente!… lo explica mucho mejor de lo que yo podría en esta publicación. También hay que empoderarnos de nuestros límites.

Y el fracaso… ¡Es el mejor maestro que existe! además… es el más divertido… o ¿Alguna vez has visto a alguien tropezar de manera aburrida? ¡No! Si no caes de vez en cuándo es porque no te estás moviendo.

Si querías empezar con un nuevo hábito, cómo levantarte a correr o dormir más temprano… y fallaste… ¡Qué maravilla! ya sabes que esa no es la manera. ¿Qué otra manera de fallar se te ocurre?

Falla, falla y sigue fallando, hasta que sea tan divertido como follar, porque ambas experiencias… son ser humano.

JulioUriega

#NutreAmor